
“Creo en ti, Dios de Israel, aunque has hecho todo lo possible para que niege mi fe en Ti. Creo en Tus leyes, aunque no pueda disculpar tus acciones. Te quiero decir, que ahora más que en cualquier otro tiempo, en nuestro camino eterno de agonia, nosotros los torturados, los humillados, los sepultados y quemados vivos, los insultasdos, los escarnecidos, los solitarios, los desanparados de Dios y del hombre, tenemos el derecho de saber cuales son los límites de Tu tolerancia.
Me gustaria agregar algo más: No pongas mucha presion en la soga, porque se puede romper. La prueba en que nos has puesto, es tan severa, tan insoportable severa, que Tu debes, tienes que perdonar a los miembros de Tu pueblo quienes en su miseria te han dado la espalda.
Has hecho todo lo possible para que niege mi fe en Ti, ahora aunque parece que vas a tener exitousando estas tribulaciones para desbiarme del camino recto, te nitifico, mi Dios, y Dios de mi padre; que esto no te servira absolutamente en lo minimo: me puedes insultar, me puedes castigar, puedes quitar de mi todo lo que estimo precioso en est e mundo. Puedes torturarme aun asta la muerte, pero seguire creyendo en Ti. Te voy a amar no importa que tanto hagas para probarme, Y esta son mis ultimas palabras dirigidas a Ti, mi Dios de ira: Nada te servira de provecho en lo adsoluto, has hecho todo para que renuncie a Ti, para que pierda la fe en Ti, pero yo muero exactamente como he vivido: creyendo en Ti.
Sean alabanzas eternamente al Dios de los muertos, al Dios de venganza, al Dios de verdad y de ley que pronto manifestara su rostro al mundo una vez más, y sacudira sus fundamentos con Su voz portentosa.
Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor Uno es.
En Tus manos, ¡Oh, Señor ¡ encomiendo mi alma”.
La oracion transcrita aquí la escribio un Judio en un campo de concentracion en la alemania Nazi, unos monentos antes de morior. Uno de los soldados de los ejercitos aliados que entro a este particulas campo de consentracion despues de la derrota de Hitler, encontro el escrito con esta oracion y procuro que se hiciera conocida, y asi ha podido llegar hasta nuestras manos ahora.
Me gustaria agregar algo más: No pongas mucha presion en la soga, porque se puede romper. La prueba en que nos has puesto, es tan severa, tan insoportable severa, que Tu debes, tienes que perdonar a los miembros de Tu pueblo quienes en su miseria te han dado la espalda.
Has hecho todo lo possible para que niege mi fe en Ti, ahora aunque parece que vas a tener exitousando estas tribulaciones para desbiarme del camino recto, te nitifico, mi Dios, y Dios de mi padre; que esto no te servira absolutamente en lo minimo: me puedes insultar, me puedes castigar, puedes quitar de mi todo lo que estimo precioso en est e mundo. Puedes torturarme aun asta la muerte, pero seguire creyendo en Ti. Te voy a amar no importa que tanto hagas para probarme, Y esta son mis ultimas palabras dirigidas a Ti, mi Dios de ira: Nada te servira de provecho en lo adsoluto, has hecho todo para que renuncie a Ti, para que pierda la fe en Ti, pero yo muero exactamente como he vivido: creyendo en Ti.
Sean alabanzas eternamente al Dios de los muertos, al Dios de venganza, al Dios de verdad y de ley que pronto manifestara su rostro al mundo una vez más, y sacudira sus fundamentos con Su voz portentosa.
Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor Uno es.
En Tus manos, ¡Oh, Señor ¡ encomiendo mi alma”.
La oracion transcrita aquí la escribio un Judio en un campo de concentracion en la alemania Nazi, unos monentos antes de morior. Uno de los soldados de los ejercitos aliados que entro a este particulas campo de consentracion despues de la derrota de Hitler, encontro el escrito con esta oracion y procuro que se hiciera conocida, y asi ha podido llegar hasta nuestras manos ahora.
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